En los últimos días se reportó una invasión de mosquitos en numerosas ciudades de toda la zona central de Argentina, entre ellas las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe. En San Francisco, Villa María, Córdoba capital y muchas otras localidades de la provincia la población observa con asombro la proliferación de estos insectos desde fines de la última semana prácticamente en cualquier punto de la ciudad. 

Pese a la baja de las temperaturas, y como ya se anticipaba por el brote histórico de dengue, los mosquitos persisten. Y muchos. Es común observar en estos días decenas de estos insectos revoloteando cerca de personas al aire libre, principalmente en espacios verdes, que los espantan con lo que tienen a mano; o bien pegados en vidrios de ventanas o persianas, por lo que ingresan a los domicilios. ¿Pero se trata de la misma especie que transmite el dengue, zika y chikungunya? Según explicaron dos especialistas, la invasión de estos insectos que se observa en estos días no se trata en su gran mayoría del Aedes aegypti, mosquito vector del dengue, sino del Aedes Albifasciatus, al que se lo suele llamar “mosquito el charco”.

Por otra parte, recomiendan la fumigación solo en casos de brotes de enfermedades, por sus componentes químicos, y aclaran que el efecto de esta técnica es limitado.

“La primera especie de mosquito que sufre el frío y va desapareciendo es el Aedes aegypti y luego el Culex Pipiens. Mientras que el más tolerante a las bajas temperaturas es el Aedes Albifasciatus, que es el que tiene mayor presencia ahora y generó grandes grupos de mosquitos en algunas zonas de Buenos Aires y Córdoba”, explicó al diario La Nación Adrián Díaz, biólogo, director del Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba e investigador independiente del Conicet.

Laura Harburguer, investigadora del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa y miembro del Consejo Nacional de este instituto, detalló que el Aedes Albifasciatus es un mosquito que tiene presencia en las provincias del norte argentino, pero también en la Patagonia, por lo que está muy adaptado al frío, contrario a lo que sucede con el Aedes aegypti. A su vez, si no continúan las lluvias, la especialista señala que los mosquitos deberían desaparecer en los próximos 10 días.

El uso de repelentes sigue siendo muy importante para evitar picaduras.
El uso de repelentes sigue siendo muy importante para evitar picaduras.

“Es un mosquito de inundación, y tuvimos varias este año. Como ellos ponen los huevos en el barro, con la lluvia crece la población. Es un mosquito que tolera bien el frío y tiene presencia tanto en el norte del país, como también en Tierra del Fuego, por lo que sobrevive a las bajas temperaturas. El Aedes aegypti no está tan bien adaptado al frío. Esto que vemos ahora con el Aedes Albifasciatus son explosiones típicas del comportamiento de esta especie, pero estimamos que entre una semana y 10 días no van a estar, a menos que se vuelva a dar una dinámica de lluvias constantes”, precisó.

Harburguer indica que el adulto de Aedes aegypti suele morir luego de cuatro o cinco días de temperaturas inferiores a 15 grados, aunque las larvas, y especialmente los huevos, suelen sobrevivir. El Aedes aegypti, explica la experta, deposita sus huevos sobre la superficie del agua dejándolos en alguna pared rugosa, como pueden ser las de cualquier recipiente que acumule agua o un hueco en un árbol. Esa manera de depositarlos es diferente a lo que hacen otras especies que liberan sus huevos directamente sobre el medio acuoso, como en el caso del Aedes Albifasciatus, que los puede depositar en un charco o una zanja. Luego, esos huevos se transforman en larvas, después en pupas y más tarde en adultos.

“Estimamos que entre una semana y 10 días no van a estar, a menos que se vuelva a dar una dinámica de lluvias constantes”. Laura Harburguer.

“Las larvas resisten las bajas temperaturas, pero su ciclo se hace más largo con el frío. Pero el caso de los huevos es aún más complejo porque sobreviven al invierno. De hecho, hay estudios que muestran que incluso sobreviven a temperaturas cercanas a los 4°C”, subrayó Harburguer.

¿Enfermedades?

Por otra parte, una publicación de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) vinculó estos mosquitos con la encefalitis equina, aunque resaltó que aún está en estudio. Estos fue detallado semanas atrás por María Victoria Cardo, doctora en Ciencias Biológicas por la UBA e investigadora adjunta del CONICET en el Laboratorio de Ecología de Enfermedades Transmitidas por Vectores (2eTV) de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad de la UNSAM.

Más allá de la molestia de sus picaduras, ¿el Aedes albifasciatus es transmisor de enfermedades?

“Se presume que es el vector —o uno de los vectores, esto está en estudio— de la encefalitis equina del oeste, el virus que afectó a miles de caballos en los últimos meses y por el cual, según el último boletín epidemiológico de Nación, se produjeron 71 casos confirmados en humanos, de los cuales 7 fallecieron”, respondió Cardo.

Asimismo, aclaró que estos mosquitos “son muy difíciles de prevenir porque crían en suelos anegados o en cualquier depresión que pueda acumular agua”.

“Como recomendación general, la fumigación es una herramienta que se reserva para momentos de brote de alguna enfermedad. Sin embargo, cuando es tanta la densidad de mosquitos, en algunas zonas se tira derribante. Hay que tener en cuenta que esto solo mata a los adultos interceptados por las gotas del insecticida: una vez que las gotas caen al suelo ya no tienen efecto, como tampoco tienen efecto sobre las larvas”, agregó.

Medidas de prevención

Las medidas de prevención por parte de la población son las mismas que con el mosquito del dengue. Por eso, Harburguer afirmó que para no tener un brote en la primavera y verano durante este invierno habría que hacer una campaña importante de descacharrado, en baldes, piletas, tanques de agua y otros recipientes que puedan funcionar como un criadero.

“Hay que cepillar los recipientes para eliminar los huevos pegados a las superficies. Eso es lo que podemos hacer como ciudadanos, luego hay acciones que deben estar a cargo de las autoridades sanitarias”, agrega.

Cómo evitar que los mosquitos no entren en tu casa

  • Vaciá los tachos de basura con frecuencia y asegurate de que las tapas estén bien cerradas para evitar que los mosquitos se sientan atraídos por los olores. En zonas propensas a plagas, es crucial mantener la higiene.
  • Limpiá regularmente el triturador de alimentos en tu cocina para evitar que residuos orgánicos se acumulen y atraigan mosquitos.
  • Guardá frutas y verduras en la heladera y desechá cualquier alimento en descomposición de inmediato para no atraer mosquitos.
  • Limpiá inmediatamente cualquier derrame en tu cocina y otras áreas de la casa. Mantené los alimentos en recipientes herméticos.
  • Controlá la humedad en tu hogar reparando cualquier pérdida de agua y usando deshumidificadores si es necesario.
  • Si tenés plantas dentro de casa, evitá regarlas en exceso y asegurarte que tengan buen drenaje para evitar la acumulación de agua.
  • Instalá mosquiteros en ventanas y puertas para bloquear el paso de los mosquitos sin impedir la ventilación.
  • Limpiá con frecuencia todas las superficies y suelos, prestando especial atención a rincones y áreas bajo los electrodomésticos donde se puedan acumular residuos.
  • Usá repelentes industriales o naturales como aceite de eucalipto limón o citronela en difusores para ayudar a mantener a los mosquitos alejados de las áreas comunes.
  • Revisá y repará cualquier grieta o hueco por donde los mosquitos puedan entrar.