Gustavo Mill tenía un sueño y era que una vez que terminara sus estudios pudiera ir a la universidad. El joven egresó de la EESO 329 de la ciudad de Frontera en 2023 y ahora inició las clases en el primer año de Abogacía.

Durante cuatro años a la par que estudió realizó diferentes trabajos como albañil y plomero. Sin todo este empuje, tenacidad y apoyo académico no habría podido avanzar.

Con 18 años se encontró en las puertas de la universidad, pero para estudiar Abogacía necesitaba al menos una beca. La Universidad Blas Pascal le otorgó una completa para que pudiera cumplir su sueño, el cual ya comenzó.

Todo lo logró por su capacidad e idoneidad y también por una recomendación muy especial hecha por la escuela que lo formó.

La directora de la institución escribió en una carta de presentación y expresó su esencia. En la misiva dijo que Gustavo es un “estudiante con arraigados principios morales y sociales que guiaron permanentemente su trayectoria estudiantil".